miércoles, 14 de marzo de 2018

Con Marino Lejarreta, las grandes... mejor de tres en tres.


Marino Lejarreta Arrizabalaga era un corredor curtido de 33 años cuando logró completar la triple corona. Ya había conquistado etapas en la Vuelta y en el Giro, pero le faltaba un gran día en el Tour. Sucedió en 1990, en el Macizo Central, en una jornada que arrancó de Le Puy en Velay, y acabó en Millau, en un puerto de primera: Causse Noir.
Lejarreta partió muy motivado por la victoria que había logrado el día anterior su compañero Eduardo Chozas en Saint Étienne, en el Tour del debut de la ONCE. Tras ese éxito, decidió probar suerte. Siempre había preferido luchar por la general, pero la verdad es que necesitaba un triunfo así. Las crónicas de la época elogiaban al director y al médico de aquel nuevo equipo: Manolo Saiz y Eufemiano Fuentes.
Por aquellos años, el Junco de Bérriz había tomado la costumbre de participar en las tres grandes vueltas, que entonces se disputaban en otro orden: Vuelta, Giro y Tour. Lo hizo en 1987, en 1989, en aquel 1990 y lo repitió en 1991. Las tres veces que lo he hecho es cuando mejor se le ha dado el Tour.
Lejarreta tuvo 27 participaciones en grandes desde 1979 hasta 1991, divididas así: 12 en la Vuelta (1º en 1982, por descalificación de Ángel Arroyo; 2º en 1983, y 3º en 1991); 7 en el Giro (siempre top-ten, con dos cuartos puestos en 1984 y 1987) y 8 en el Tour (5º en 1989 y 1990).
Miguel Indurain fue segundo en aquella etapa de Millau. Ese mismo día, Bernard Hinault decía sobre el navarro: "¿Por qué no puede llegar a ganar el Tour?". Lo clavó. A partir del año siguiente encadenó cinco...


Por Manuel Pérez Aguirre (c)






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