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sábado, 25 de marzo de 2017

Novísima invención de un velocípedo (1.870).


Hace 150 años no estaba definido que era un velocípedo o un patín. Ni siquiera unos y otros eran algo que se pudiera reconocer a simple vista, dado el maremágnum de aparatos que continuamente se inventaban, en un siglo XIX lleno de imaginación como ningún otro.
A España llegaban continuamente noticias a la prensa de nuevos inventos y descubrimientos. El mundo del deporte moderno aún no estaba en plena ebullición. Las clases más pudientes se interesaban por las carreras de caballos y la pelota era un deporte muy extendido por todo el territorio español. Según cuentan crónicas de sociedad, allá por los años 60 y 70, los jóvenes aristócratas de ambos sexos comenzaban a interesarse por el patinaje y los velocípedos.
Una de las publicaciones más documentadas de la prensa española, con grabados de muy buena calidad e interés, es La Ilustración Española y Americana, la cual publicó este interesante artículo.

Revista científica e industrial.
Novísima invención de un velocípedo.

Los velocípedos continúan muy en boga. Recientemente se ha inventado un nuevo sistema de esta clase de aparatos, que promete relegar al olvido cuantos proyectos de semejante naturaleza se han ideado hasta ahora.
El último número del Scientific American, periódico de Nueva York, describe ese nuevo invento, al que da el nombre de pedespeed, que puede traducirse, velocidad pedestre, o mejor, velocipiés, por la significación latina del término pedes. También podría llamarse patín de ruedas, porque el movimiento, caminando con el nuevo aparato, es parecido al que se verifica patinando sobre el hielo. Las principales ventajas del nuevo velocípedo son, que puede correrse muchísimo más deprisa que con los antiguos; que las manos y brazos están libres; que su uso es más saludable, y sumamente grato; que cansa menos y no lastima ninguna parte del cuerpo; que las posturas con él, son elegantes y no desairadas como cuando se corren los usuales, y por último, que aún cuando cueste trabajo aprender a usar el pedespeed siempre es más fácil que ir montado en uno de dos ruedas.



El grabado adjunto representa tan bien el nuevo aparato, que solo es necesario añadir muy pocas palabras de explicación. El pedespeed consiste en un par de ruedas de 15 pulgadas de diámetro, colocándose una en cada pie. Dichas ruedas giran alrededor del eje central, del que cuelga un estribo en cada una donde colocar los pies sujetándolos con correas. Del eje de cada rueda también arranca un listón que se ata a la pierna por debajo de la rodilla. El inventor del pedespeed es Thomas L. Luder, de Olney, en el Estado de Illinois de Norteamérica.



Texto de Emilio Huelin publicado el 25 de mayo de 1870 en La Ilustración Española y Americana, Madrid.

El invento, patentado en su momento, ha llegado a nuestros días, posiblemente como algo innovador. No se dejen engañar.




Por Luis Javier Bravo Mayor.

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