|
Marcelino Sánchez Alba |
UNA GRAN FIGURA
DEL DEPORTE CICLISTA
Marcelino Sánchez Alba, el pundonoroso corredor de
Cambados perteneciente a La Ciclista Viguesa
Entre las viejas glorias regionales
del ciclismo, figura una de inmensa personalidad y amor propio, que ya no nos podemos
resistir a silenciar por más tiempo.
Muchas
fueron las prendas que aureolaban la acción deportiva de este corredor natural
de Barrantes y es una lástima verdadera que desde la guerra para acá, haya
dejado de actuar este diamante en bruto.
Aquel
pedalear elegante que mostraba a su vez una cadencia perfecta, una sensación de
poderosa máquina capaz de los mayores esfuerzos.
Subía
con gran facilidad, llenaba quilómetros y quilómetros sin descomponer un momento
el conjunto uniforme de caballero con su burra. No era manco en el sprint, y si
bien es verdad que no brilló como merecía, fue por tener en frente al mejor de
los sprinters de España en pruebas de fondo en carretera, Delio Rodríguez, pues
a él nos referimos, sabe mejor que nadie donde llegaba la poderosa potencia de
Marcelino.
¡Ah
si hubiera llegado a las pruebas con la preparación de un Delio! Hijo de
familia humilde, el mayor de doce hermanos, teniendo que trabajar de sol a sol
para ayudar a los suyos.
Con
nostalgia recuerda el cronista cuando una mañana se personó en las obras de una
carretera en construcción en la Península de Morrazo para invitarle a la Vuelta
al País Vasco.
Allí
se encontraba nuestro héroe ataviado con cernos modestísimos, sin siquiera
darse cuenta de la gran calidad de atleta que en él había y sin sospechar
siquiera la gloria imperecedera que por nuestra mente le deparábamos en el
campo del deporte nacional y extranjero. Y allí se hallaba este atleta ayudante
de canteros y de gestos sencillos sin descuidar un momento un puchero que
contenía el condumio del día. Pero con una bondad innata que le distinguía, nos
dice, “si ustedes lo creen así, mañana me uniré a mis compañeros”.
Sánchez
fue y corrió, y demostró en una prueba de gran categoría, selectísima entre los
mejores de Europa, que se puede alternar con esas figuras fuera de serie aunque
su preparación fuera más acorde con un pico de canteros. Nosotros estamos
asustados con las facultades de este muchacho. Muy pocos o quizás ninguno sería
capaz de tomar parte en tal prueba y entrar en las metas en los tiempos
reglamentarios que se marcan en estas súper carreras.
¡Que
gran campeón a la vista! Lo comparábamos sin querer con Frantz, Bottechia,
Busse, Binda, Guerra, Pelissier y tantos otros campeonísimos.
Pero
todo desgraciadamente se malogró… porque nuestro hombre fue a cumplir sus
deberes militares, habiéndolo metido en la guerra en la que fue herido en
Brunete donde perdió lo mejor de su fortaleza física y luego nada…
(Extraído de un artículo de “Riancho”,
publicado en El Pueblo Gallego a principios de la década de 1940)
No hay comentarios:
Publicar un comentario