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lunes, 13 de febrero de 2017

MARCELINO SÁNCHEZ ALBA


Marcelino Sánchez Alba


UNA GRAN FIGURA DEL DEPORTE CICLISTA

Marcelino Sánchez Alba, el pundonoroso corredor de Cambados perteneciente a La Ciclista Viguesa



Entre las viejas glorias regionales del ciclismo, figura una de inmensa personalidad y amor propio, que ya no nos podemos resistir a silenciar por más tiempo.           


Muchas fueron las prendas que aureolaban la acción deportiva de este corredor natural de Barrantes y es una lástima verdadera que desde la guerra para acá, haya dejado de actuar este diamante en bruto.


            

Aquel pedalear elegante que mostraba a su vez una cadencia perfecta, una sensación de poderosa máquina capaz de los mayores esfuerzos.


            

Subía con gran facilidad, llenaba quilómetros y quilómetros sin descomponer un momento el conjunto uniforme de caballero con su burra. No era manco en el sprint, y si bien es verdad que no brilló como merecía, fue por tener en frente al mejor de los sprinters de España en pruebas de fondo en carretera, Delio Rodríguez, pues a él nos referimos, sabe mejor que nadie donde llegaba la poderosa potencia de Marcelino.           


¡Ah si hubiera llegado a las pruebas con la preparación de un Delio! Hijo de familia humilde, el mayor de doce hermanos, teniendo que trabajar de sol a sol para ayudar a los suyos.


           

Con nostalgia recuerda el cronista cuando una mañana se personó en las obras de una carretera en construcción en la Península de Morrazo para invitarle a la Vuelta al País Vasco.


            

Allí se encontraba nuestro héroe ataviado con cernos modestísimos, sin siquiera darse cuenta de la gran calidad de atleta que en él había y sin sospechar siquiera la gloria imperecedera que por nuestra mente le deparábamos en el campo del deporte nacional y extranjero. Y allí se hallaba este atleta ayudante de canteros y de gestos sencillos sin descuidar un momento un puchero que contenía el condumio del día. Pero con una bondad innata que le distinguía, nos dice, “si ustedes lo creen así, mañana me uniré a mis compañeros”.


            

Sánchez fue y corrió, y demostró en una prueba de gran categoría, selectísima entre los mejores de Europa, que se puede alternar con esas figuras fuera de serie aunque su preparación fuera más acorde con un pico de canteros. Nosotros estamos asustados con las facultades de este muchacho. Muy pocos o quizás ninguno sería capaz de tomar parte en tal prueba y entrar en las metas en los tiempos reglamentarios que se marcan en estas súper carreras.


            

¡Que gran campeón a la vista! Lo comparábamos sin querer con Frantz, Bottechia, Busse, Binda, Guerra, Pelissier y tantos otros campeonísimos.


            

Pero todo desgraciadamente se malogró… porque nuestro hombre fue a cumplir sus deberes militares, habiéndolo metido en la guerra en la que fue herido en Brunete donde perdió lo mejor de su fortaleza física y luego nada…




(Extraído de un artículo de “Riancho”, publicado en El Pueblo Gallego a principios de la década de 1940)

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