miércoles, 3 de mayo de 2017

El albañil y el monarca

Leopoldo II

Muchas historias desconocidas tiene el mundo del deporte, algunas entrelanzando hechos poco habituales, como el que hoy relato.
La carrera semiclásica Brussels Cycling Classic, una de las más antiguas, conocida hasta 2012 por su originario nombre de París-Bruselas, ya en su primera edición tuvo uno de estos momentos.
Una vez finalizada la carrera el 12 de agosto de 1893, y ganada por el belga André Henry, se debía proceder a la entrega de premios por parte dey belga Leopoldo II. Tras unos momentos de espera, el monarca decidió que ya había esperado suficiente tiempo y se marchó con cierto disgusto.
Al día siguiente, el corredor valón, albañil de profesión, fue recibido por el rey en el palacio de Bruselas.
Según contó un periódico belga, de lo cual se hizo eco el Diario Oficial de Avisos de Madrid el 10 de septiembre de 1893, el diálogo entre ambos llevó al corredor a dar esta respuesta al soberano:
"No corro por el vil metal, sino por la gloria, por amor a la bicicleta. Soy albañil y cuando concluya de hablar con V.M., volveré a mis tareas de albañilería".
Tras esta escena, André recibió todo tipo de honores, oficiales y populares en la capital del reino, y una gran recepción en su pueblo natal, no recordándose un acontecimiento parecido en el lugar, siendo recibido por el alcalde en su domicilio particular y no en el ayuntamiento, como era el deseo de sus paisanos.
Esta es la historia de un gran plebeyo.

Nota - Según las fichas que aparecen en internet nació en Xhendelesse, pero según la crónica del diario madrileño nació en Verviers, ambas poblaciones belgas y de la provincia de Lieja.

Por Luis Javier Bravo Mayor

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