jueves, 15 de marzo de 2018

Las dramáticas muertes de un ciclista


Un accidente ilógico, complicado con graves errores de organización y de infraestructura médica, provocó la muerte de otro ciclista, el portugués Joaquim Agostinho ha entrado a formar parte de esa larga lista de ciclistas muertos, víctimas de absurdos accidentes. Como él han muerto muchos otros. No van a 200 kms. / h., pero se estrellan con la misma contundencia y tienen, por supuesto, similar mala suerte.
A veces todavía se desvela por las noches. No sufre sobresaltos, pero tiene grabada aquella imagen desde hace 19 años. Parece claro que no la olvidará mientras viva. Era un Gran Premio de Igualada. Hacía una mañana desagradable, de esas que presagian catástrofe. El pelotón discurría, como podía, por la carretera nacional de Madrid a Barcelona. El viento arreció cuando los ciclistas, pasaban a la altura de Mollerusa. Pese a las inclemencias. del tiempo, muchos aficionados habían aparcado momentáneamente sus coches al borde de la calzada para ver el paso de los esforzados de la ruta. Tal vez era el momento idóneo para provocar la ruptura del pelotón y Rafael Carrasco, entonces director del Picadero Damm, se acerco a sus muchachos y les pidió que hicieran abanicos "para descolgar a unos cuantos". Tras dar la orden se colocó detrás del pelotón. Y, entonces pasó todo. "La cabeza del pelotón empezó a hacer abanicos y aquel chaval quedó descolgado con tan mala suerte que no acertó a ver uno de los coches que estaba en la cuneta y se estrelló contra su maletero". "Fue impresionante", cuenta Carrasco, como si estuviera viendo el vídeo de aquel accidente "Saltó por los aires y cayó espectacularmente. Murió en el acto".El bueno de Rafa sabe que aquello fue un accidente. Igual que la muerte del italiano Ottavio Bottecchia, ganador dos veces del Tour (1924 y 1925). Pero el campesino que provocó. su muerte se pasó 20 años sin dormir. Fue poco antes del Tour del 27. Bottecchia se entrenaba por una carretera secundaria y se detuvo unos minutos junto a un manzano. Se adentró en el campo y cuando estaba a punto de coger una manzana, el dueño del terreno le gritó que se fuera. Bottecchia le hizo gestos de que sólo quería una fruta, pero el campesino le lanzó una piedra para asustarlo, con tan mala fortuna, que le dio en la cabeza, matándolo en el acto. Horas después, alguien encontró al ciclista muerto junto a la cuneta. "Un accidente más", pensaron todos. Pero, años después, y en el lecho de muerte, aquel campesino confesó que él había provocado, sin querer, la muerte del ciclista.
Son muertes absurdas. Tontas. Producto de una mala caída, de un perro que sale disparado de entre la gente, de un pinchazo inoportuno, de un resbalón, de una piedra que salta, de un muchacho que se asoma, de la gravilla, de un bache, de un sprint suicida, de una insolación en una larga etapa. Ninguno de ellos piensa en esas cosas cuando se ata los clips de los pedales. Pero todos asumen ése peligro, todos saben que algo así les puede pasar un día de estos. 

Muertes absurdas

Nadie, por supuesto, quiere hablar de doping. Nadie. Pero lo cierto es que algunas muertes han estado rodeadas de extrañas sensaciones. Por ejemplo, aquella insolación que provocó, el 13 de julio de 1967, la muerte del inglés Tom Simpson. O aquella caída, que todos juzgaron como levísima, de Valentín Uriona, 17 días después. O aquella otra insolación de Raúl Motos, en la Vuelta a Portugal del 56. Han pasado a la historia como "muertes absurdas", a las que algunos añaden ese pero misterioso que rodea a los fármacos. Al fin y al cabo son muertes, que es lo triste. Muertes rodeadas de mala suerte. Como la de Francisco Alomar, el caminante solitario, que, en 1955, decidió regresar a Orense en bicicleta, rechazando ir en la rubia de su equipo (Peña Solera) y murió al despistarse y caer en la cuneta. O como la del belga Stan Okkers, el ídolo de Eddy Merckx, que se fracturó el cráneo en el velódromo de Amberes, falleciendo dos días después.

Son esas odiosas muertes que han entristecido hasta el límite aquella casita de Roeselare / Roulers, el pueblecito belga donde nació Jean Pierre Monsere, el ciclista que murió, vistiendo el maillot arco iris, el 15 de marzo de 1971, al estrellarse contra un coche en el Gran Premio de Retie. Su mujer sufrió un fuerte shock y las consecuencias del accidente le duraron bastantes meses, La carretera no tuvo suficiente con llevarse a su marido. Seis años después, el pequeño Giovanni Monsere, de 7 años, perdería la vida en un accidente similar al de su padre. La muerte se le apareció vestido de ciclista.

1935: Armando Cepeda (ESP), sufrió una caída mortal al precipitarse por un barranco en Bourg-d'Oisans durante una etapa del Tour de Francia.
1937: André Raynaud (FRA), campeón del mundo de medio fondo, murió un un accidente en Amberes.
1950: Camille Danguillaume (FRA) le atropelló una moto en el Campeonato de Francia, en Montlhéry.
1951: Serse Coppi (ITA), hermano del legendario Fausto Coppi, se accidentó en el último kilómeto del Tour del Piamonte. Logró terminar la carrera pero murió la noche siguiente. 
1956: Stan Ockers (BEL), campeón del mundo en ruta, se mató en la pista de Amberes.
1967: Tom Simpson (GBR), campeón del mundo de ruta,  sufrió un desfallecimiento por problemas cardíacos durante el ascenso al Mont-Ventoux, durante una etapa del Tour de Francia, presuntamente por tomar sustancias prohibidas.
1969: José Samyn (FRA), murió durante una carrera en  Zingem (Bélgica).
1970: Jean-Pierre Monsere (BEL), campeón del mundo en título, fue atropellado en el Grand Prix de Rétié.
1972: Manuel Galera (ESP), se accidentó fatalmente en la Vuelta a Andalucía.
1976: Juan Manuel Santisteban (ESP), sufrió una caída mortal en la primera etapa del Giro de Italia.
1984: Joaquim Agostinho (POR), un perro se cruzó en su camino y le hizo caer en el  Tour del Algarve el 1 de mayo. Falleció diez días más tarde a consecuencia de las heridas.
1986: Emilio Ravasio (ITA), víctima de una caída durante la primera etapa del Giro de Italia, falleció dos semanas más tarde.
1987: Vicente Mata (ESP), fue atropellado por un coche durante el Trofeo Luis Puig. Michel Goffin (BEL) entró en coma tras una caída en el Tour du Haut-Var y murió la semana siguiente.
1988: Connie Meijer (NED), se sintió mal durante un critérium en Holanda y falleció de un ataque al corazón en la ambulancia que la trasladaba al hospital.
1995: Fabio Casartelli (ITA), el 18 de julio, en el Tour de Francia, el campeón olímpico sufrió una caída durante el descenso del Col du Portet d'Aspet, en los Pirineos. Con graves heridas en el cráneo y la cara, falleció en el helicóptero de evacuación.
1999: Manuel Sanroma (ESP), sufrió una caída fatal en la llegada de la segunda etapa de la Volta a Catalunya en Vilanova i la Geltrú. Se golpeó en la cabeza contra el bordillo y murió durante el traslado al hospital.
2003: Andrei Kivilev (KAZ), cayó cerca de Saint-Chamond en la segunda etapa de la Paris-Niza. Falleció a la mañana siguiente.
2005: Alessio Galletti (ITA), sufrió una parara cardio respiratoria a 15 km de la llegada de la Subida al Naranco. 
2006: Isaac Galvez (ESP), el 26 de noviembre, mientras disputaba la prueba de Madison el velódromo de Gante con Joan Llaneras, en los Seis Días Ciclistas, se vió involucrado en un accidente con el belga Dimitri de Fauw, chocó contra la valla exterior del anillo y murió. De Fauw se suicidó en 2009 al no poder superar el trauma del accidente.
2010: Thomas Casarotto (ITA), entró en coma tras ser atropellado por un coche durante una etapa del  Tour du Frioul amateur. Murió cuatro días más tarde.
2011: Wouter Weylandt (BEL), se mató durante el descenso del Passo del Bocco, a 25 kilometros de la llegada de la tercera etapa del Giro en Rapallo.
2014: Annefleur Kalvenhaar (NED), primera muerte en una competición de Bicicleta de Montaña profesional, al sufrir una grave caída en el GP de Méribel.
2016: Antoine Demoitié (BEL), el joven corredor belga falleció horas después de ser atropellado por una moto de carrera al sufrir una caída en Sainte-Marie-Cappel, en la clásica Gand-Wevelgem.
2016: Daan Myngheer (BEL), sufrió un infarto en la primera etapa del Critérium international, en Ajaccio, y ha muerto hace pocas horas en el hospital.

Fuente: El País

Manuel Pérez Aguirre (c)







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