viernes, 27 de abril de 2018

Presentación del libro "El velòdrom de Tirador. Una història de l'esport a Mallorca."


El próximo miércoles 2 de mayo se presentará el libro de quien firma este artículo, dedicado a una de facetas más desconocidas del ciclismo nacional: la pista. El hermano pobre del ciclismo español, que malvive a la sombra del exitoso ciclismo en carretera, pero que durante varias décadas convivieron en un equilibrio más o menos harmónico y como vasos comunicantes que, mútuamente, se retroalimentaban. 

"El velòdrom de Tirador. Una història de l'esport a Mallorca." se presentará en Can Alcover (calle de Sant Alonso, 24), en Palma de Mallorca, a las 19 horas. Entre otros hará acto de presencia el mismísimo alcalde de Palma, lo cual da una idea de lo que representa el trabajo que ahora ve la luz. Porque no hablamos de una pista ciclista cualquiera. Hablamos de Tirador. 

Fue la pista más importante de España durante 60 años, desde su inauguración en 1903 hasta la construcción del velódromo de Anoeta en 1965, lo cual marcó el inicio de su decadencia y su clausura en 1973. En ella se disputaron con asiduidad, durante décadas, los campeonatos nacionales en pista en todas sus modalidades. Otras pistas nacían e intentaban hacerle sombra (Torrero, Ciudad Lineal...), sin éxito. Otras se acercaron (Tortosa, Mataró, Campos...), pero nunca desbancaron a la pista palmesana. Lo que esta pista ha representado para el ciclismo en pista de nuestro país es comparable a lo que Bahamontes, Delgado o Indurain han hecho por el ciclismo en carretera. Y estaba desaparecida, sepultada en el anonimato. Muchos, en Mallorca, pensaban que había sido demolida. Pero no: la pista aún estaba ahí, como aparcamiento municipal, degradada, ennegrecida y poblada de malas hierbas; pero estaba. 

Tirador contribuyó a convertir Mallorca en una potencia en el ciclismo en pista durante décadas, por encima de regiones con larga trayectoria y enorme potencial como Catalunya o Euskadi. Lejos de los potentes focos deportivos del Estado, focalizados en Barcelona, Madrid o Bilbao, la élite del ciclismo en pista se situaba en la periferia, en un lugar de difícil acceso por mar. Algo inaudito, pero real. Una brillante excepción. 

La publicación de este libro culmina la tarea de redescubrimiento de una instalación que fue conocida en su momento como "la Catedral del Ciclismo". Y que, lamentablemente, había sido olvidada del todo. Solo los más viejos la recuerdan después de 45 años de su clausura. El libro culmina una tarea de concienciación y redescubrimiento de una reliquia del ciclismo nacional. Hasta fechas recientes la pista tenía que desaparecer para dar paso a un parque de diseño; ahora mismo ese proyecto se ha descartado y la zona verde respetará la pista, que se integrará en el conjunto totalmente rediseñado, como zona deportiva. 

Esta historia ha sido un azar del destino, aunque con final feliz. Después del abandono y el olvido la falta de liquidez, los atrasos en la obras y los litigios judiciales han obrado el milagro: Tirador se ha salvado. Este libro que ve la luz y se presenta el próximo 2 de mayo es su historia. La de una memoria recuperada y la de una feliz resurrección.




Manuel García Gargallo


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